Hare Krishna Dasa (HDG)
Nombre de Usuario: Harekrishnadasa
Mensaje Número: 62 Registrado: 06-2004
| Enviado Jueves, 15 de Enero de 2009 - 10:34 pm: | |
Efectos psico-sociales Otra consecuencia del sistema de venta callejera de los libros, aparte de haber sido una estrategia buena de arranque y siembra, la imagen que acarrea para nuestro Movimiento no es representativa de éxito, ya que el pedirle a un o una joven que deje su preparación educativa o carrera profesional como signo único de legitimidad para ser un devoto de Krishna, y luego sólo enseñarle a vender libros, como lo único valioso ha causado que los devotos que fueron exitosos en la venta, ahora se han vuelto buenos limosneros callejeros de incienso y de otras parafernalias, lo cual ha dejado otra imagen de marginación ante la sociedad. Además es una realidad social que nadie, a excepción de muy pocos, han podido permanecer por mucho tiempo vendiendo libros en la calle. De hecho muchos líderes que han predicado y presionado, casi hasta el hostigamiento por la venta callejera ni siquiera han salido un día al mes o al año a poner el ejemplo. Yo personalmente vendí por 26 años libros en la calle y me sirvió individualmente mucho para desarrollar tolerancia y otras cualidades; pero desde el diciembre pasado en que se le preguntó el tema a SS Hridayananda Maharaja, tema que fue originado por un devoto joven, quien citó que varios líderes de nuestro ISKCON están discutiendo el tema y de lo cual yo no estaba enterado, me hizo reflexionar sobre lo que estoy compartiendo con ustedes. Si realmente enseñamos tan sólo a vender libros en la calle a los devotos, no hay que sorprenderse de que estos terminen siendo limosneros callejeros de incienso para mantener a sus familias pues fue lo único que les enseñamos a hacer. Quizá esto disguste, incomode o perturbe a quienes han encontrado un cómodo medio de modus vivendi o modus operandi; pero no para los que tratan de comprender de buena fe, con visión a futuro, como expandir exitosamente la misión de ISKCON. Estoy convencido de que nadie que sea un alma sensible y honesta, y después de leer esta reflexión, se obsesionará en atacarme, a menos que tuvieran intereses creados en el BBT y actúen sin razonar objetivamente sobre las consecuencias sociales que acarrea, tanto a los jóvenes miembros como a la imagen de ISKCON, y por lo tanto estén muy atraídos porque se continúe el modelo de venta callejera. Al respecto, una gran celebridad de Sankirtana — Harinamananda das—, en el ISKCON World Review (IWR) de los 90´s citó la visión de Srila Prabhupâda referente al siguiente salto de desarrollo después de haber efectuado o impulsado la venta ambulante de libros, que era abrir tantos templos como sea posible y luego tantos restaurantes como sea posible. Obviamente esto permitirá que la gente compre libros en las boutiques de los restaurantes y los miembros tengan fuentes respetables de manutención dentro de las realidades contextuales que hemos discutido. Pero incluso la realidad del funcionamiento de nuestros templos nos insinúa que ¿habrá llegado el momento de dar el siguiente paso, a manera de que la misión logre su objetivo? La siguiente paráfrasis es digna de una profunda reflexión: En el mundo globalizado vemos dos tendencias principales: La búsqueda por la excelencia y la estandarización de una cultura Universal. Empresas y gobiernos serios invierten billones de dólares en educación y entrenamiento para sus empleados, exigiendo de ellos un nivel cada vez más elevado de eficiencia y calidad. Prácticamente ninguna empresa grande consigue sobrevivir sin estar constantemente perfeccionando sus productos y procesos de trabajo, en los países más desarrollados los pueblos también exigen de sus gobiernos una creciente calidad y excelencia. Y ya hace muchas décadas que aquello que es considerado como algo digno y respetable en Nueva York será igualmente digno y respetable en Shangai, Delhi, París o Sao Paulo. El mundo busca la Universalidad para esta nueva realidad en que vivimos. Es insensato y contraproducente intentar presentar un mensaje, no importa que tan maravilloso sea, si está inmerso en un formato étnico y exótico (marginado). Actuando de esta manera estamos diciendo al mundo que no estamos interesados en él y en reciprocidad el mundo no estará interesado en nosotros. Estamos totalmente fuera de sintonía con la realidad actual. Es claro que nuestra filosofía es perfecta y realmente no necesitamos la aprobación de nadie, ni estamos interesados en tener seguidores, fama, etc... Pero como una institución, como predicadores, no podemos pensar así. Tenemos que esforzarnos y hacer todo lo que podamos para mantenernos actuales y relevantes si queremos que nuestro mensaje sea escuchado. continuará... |