Archivo de Noticias Antiguas
Nombre de Usuario: Archivo
Mensaje Número: 153 Registrado: 01-2003
| Enviado Viernes, 07 de Febrero de 2003 - 08:57 pm: | |
Por Kaunteya das Extraido del Diario de Predica Congregacional de ISKCON Traducido por Bhaktin Laura Nama Hatta Argentina Estimados Maharajas, Devotos y Matajis: Por favor acepten mis humildes reverencias. Todas las glorias a Srila Prabhupada. En la última edición examiné tres puntos: 1. Deberíamos analizar nuestro público: ¿para quien es el programa de domingo? Básicamente es para dos tipos de gente, devotos y buscadores. Si fallamos en apuntar a las necesidades de cada grupo, terminamos no satisfaciendo a ambos. 2. No deberíamos continuar haciendo cosas de cierta manera solo proque siempre fue hecho así. Deberíamos permanecer abiertos al cambio si deseamos mejorar nuestro programa de domingo. 3. Deberíamos concentrarnos mucho mas sobre los niños. Deberíamos ofrecerles entrenamiento sistemático o al menos alguna ocupación motivadora. Los niños son el futuro y negarlos es un error espiritual y estratégico imperdonable. Ahora quiero concentrarme sobre un aspecto esencial del Programa de domingo: la clase. Enfrentémoslo: en este área, como un movimiento, hay espacio para mejoras. Cuan grande es el espacio? Aproximadamente, el tamaño de Bhu-mandala. Pero procedamos ordenadamente. ¿A quien le estamos dando la clase? Ante todo, entendamos a la audiencia. Logicamente. Sus necesidades deberían moldar la clase. Que saben hasta ahora? Que necesitan aprender? En caso de gente nueva: ¿cual es su actitud actual hacia la conciencia de Krsna? Incluso interlocutores expertos admiten que la clase del domingo es una de las mas difíciles tareas de predica, por la amplia diferencia de conciencia en el público. Hay invitados nuevos sentados junto con devotos avanzados. Si se habla para devotos, los invitados pueden sentirse extraños, "De que está hablando?" y si apunta a los invitados los devotos se aburren: "hemos oído estas cosas un millón de veces!"así que, que hacer? la solución obvia es dividir la audiencia: una clase para devotos y una para buscadores. Así de sencillo. Pero es increíble que solo unos pocos templos adoptan esta forma. En Prabhupadadesh Italia, por ejemplo, comenzaron a hacer seminarios para la congregación los domingos, como clases únicas en series cortas. Cubrían libros como El néctar de la instrucción, o se concentraban sobre habilidades específicas del sadhana bhakti como cantar japa. Al mismo tiempo, en otro cuarto los nuevos invitados son introducidos a lo básico. A la congregación le encató el cambio. Contenta con que la administración del templo sintonizara la clase con sus necesidades espirituales, ellos respondieron con mayor asistencia.
|