Bhakta Gustavo Medina
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| Enviado Miercoles, 02 de Septiembre de 2009 - 09:10 pm: | |
Adolescentes y Celibato Por Urmila Devi Dasi (ACBSP) PFAMHR TLGASP El celibato es una parte tan importante en la educación védica que la palabra sánscrita para estudiante es brahmacari (célibe). La presión para abandonar el celibato comienza naturalmente en la adolescencia, el punto más peligroso y frecuentemente determinante de la vida. Jóvenes adultos precisan de orientación antes y durante la adolescencia para reconocer y seguir el camino correcto. El celibato conduce a los adolescentes a auto restringirse, ya sea que permanezcan solteros o se casen. Esto desenvuelve su fuerza interior, su autocontrol y buen carácter. Esto también trae buena salud y una excelente memoria. Sin celibato, jamás podremos realizar que somos almas espirituales, diferentes del cuerpo. El sexo refuerza la ilusión de que somos estos cuerpos. La atracción sexual y su extensión en la familia y sociedad son los nudos principales que nos atan a la identificación material. La educación védica apunta a librar al niño de esos nudos para que, cuando sea adolescente, pueda seguir en la plataforma espiritual. Los niños, claro, no tienen ningún conocimiento sobre sexo. ¿Cómo podemos inducirlos a valorar el celibato antes de llegar a la pubertad? Por la asociación y por medio de la convivencia. Los educadores modernos saben bien que las primeras impresiones de los niños influyen su comportamiento moral posterior. Y dichos educadores están pasando sus decadentes valores morales a nuestros niños. Las escuelas públicas de Nueva York, por ejemplo, introdujeron recientemente en el primer grado de la enseñanza fundamental libros que presentan familias con dos “mamás” y dos “papás” para que los niños se familiaricen con el homosexualismo. Y las escuelas no son el único lugar donde los niños aprenden a ver el sexo ilícito como algo bueno. Formadores de opinión en la televisión, en la radio y en los medios políticos, continúan reforzando el mensaje. Los padres reiteran la influencia negativa usando anticonceptivos y rompiendo sus votos matrimoniales. El resultado natural es que los niños entran en la adolescencia con actitudes que los conducen lejos de la autorrealización, o hasta incluso de la vida civilizada. El sexo ilícito, fruto de años de desorientación, nos conduce al caos. E, irónicamente, los mismos educadores y políticos que promueven el sexo ilícito en los niños, hablan sobre familias sin padres y niños no-deseados que se pierden en el crimen y las drogas. Para ser entrenados en el celibato, nuestros jóvenes estudiantes deben vivir con personas que encuentran placer en la conciencia de Krishna. Nuestra primera tarea es proteger a nuestros niños de influencias materialistas y cercarlos con la vida positiva y trascendental. Esa es la única forma de prepararlos para encarar su transición hacia la edad adulta. Pero sólo entrenar a los niños no es suficiente. Srila Prabhupada dijo que tenemos que guiar cuidadosamente a nuestros niños durante la adolescencia. Sólo así se volverán devotos conscientes de Krishna de primera clase. Debemos ser como los comandantes militares, que no sólo entrenan a sus soldados sino que también les asisten en el campo de batalla. Tradicionalmente, una sociedad espiritualmente guiada ayudaba a los jóvenes con buena asociación, entrenamiento vocacional y matrimonial. Nuestros adolescentes precisan estudiar y ser entrenados con amigos y profesores conscientes de Krishna. De otra forma, Prabhupada dijo una vez: si de los doce a los quince años ellos van a una escuela común, la mala asociación los corrompe. Es muy triste ver que eso ocurra con un niño que tuvo excelente adiestramiento en la infancia y podría haberse convertido en un ser humano de primera clase. Al margen del mejor adiestramiento y la mejor compañía, la mayoría de los adolescentes desea asociarse con el sexo opuesto. Así, la cultura védica prescribe, como principio religioso, que se case temprano. Dicha clase de casamiento vuelve a la mente pacífica y receptiva a la instrucción espiritual. Los padres deben ayudar a sus hijos e hijas a encontrar un cónyuge adecuado, a no ser que el niño viva feliz con una vida de completo celibato. Los padres deben entender que los adolescentes tienen sólo tres opciones en lo que concierne a la moralidad sexual: celibato, matrimonio o inmoralidad. Debido al peligro que ofrece una sociedad donde muchachos y muchachas se mezclan libremente, se debe alentar el casamiento. Muchas veces creemos equivocadamente que casamiento “arreglado” significa que los padres forzan a una joven de doce años a casarse con un hombre de treinta –y que ellos se encuentran por primera vez en el casamiento. Srila Prabhupada nos trae una visión diferente. Él nos presentó un proceso gradual que usualmente dura muchos años. Los padres buscan un cónyuge adecuado para sus hijos, considerando que el muchacho y la muchacha deben ser iguales en carácter, cualidades, posición social y renunciación. Los padres juzgan la compatibilidad a través de sus propias observaciones, preguntando a otros, y a través de la astrología. Los deseos del muchacho y de la muchacha también son importantes. Una vez que las familias, el muchacho y la muchacha están de acuerdo, comienza un período de asociación ocasional supervisada. Es como si los padres presentaran a su hijo o hija a una dama o caballero de compañía, que arreglaría encuentros formales para preparar a los jóvenes para el casamiento. Cuando los jóvenes tuvieran edad suficiente para casarse, la muchacha puede continuar haciendo largas y regulares visitas a la casa de sus padres para que gradualmente se acostumbre a la idea de ser esposa. Una familia expandida facilita ese proceso ayudando a la nueva pareja en sus deberes y relacionamiento. Este proceso, exhaustivamente probado en el pasado, puede ser fácilmente adoptado en la actualidad. Una muchacha comprometida con un muchacho adecuado no necesita hacer propaganda de sí para encontrar un hombre. Y el muchacho sabe que no pude casarse hasta volverse responsable. Él es, así, inducido a volverse un hombre maduro, consciente y de buen carácter. Adiestrados desde pequeños en la renuncia, su casamiento será consagrado a Krishna, que es todo lo que deseamos para el futuro de nuestros niños. ys Urmila dd |