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| | Enviado Domingo, 04 de Julio de 2004 - 10:09 am: |  |
Srila Prabhupada en América Latina
SS Satsvarupa Dasa Gosvami
- Ciudad de México - Junio 3, 1972 -
El Domingo por la mañana Srila Prabhupada caminó unas cuantas cuadras desde el templo al Parque Chapultepec, un parque grande y hermoso que se remonta al Imperio Azteca. Caminando se alejó de los senderos trazados y se internó en el bosque lleno de viejos y enormes eucaliptos. Los devotos notaron la forma en que sin preguntar a nadie la orientación parecía saber exactamente cómo ir a donde quería y cómo salir del bosque y regresar al templo.
Ya de regreso en el templo Srila Prabhupada inspeccionó todas las habitaciones. Le dijo a los devotos que era una buena casa y que debían conservarla, le gustó. Sabiendo los devotos que su nivel de servicio y adoración era humilde se sorprendieron de que Prabhupada pareciera tan complacido con lo que habían hecho. Por más de un año habían estado esperando ansiosamente su visita y ahora que había llegado estaban completamente satisfechos.
Srila Prabhupada estaba en México desde hacía menos de veinticuatro horas, y aún así los devotos ya habían tenido una serie de pasatiempos, -cosas que Srila Prabhupada había dicho y hecho en su país- para recordar. Srila Prabhupada consideró piadosa a la gente de México. Su humildad, simplicidad y devoción le recordaban a la gente de la India, "México se parece mucho a la India" dijo.
Esa misma mañana Srila Prabhupada celebró una segunda ceremonia de iniciación esa tarde en el festival del Domingo, centenares de personas, tantas como pudieran caber, se apretujaron en la sala y en el balcón del segundo piso para al menos poder observar a Srila Prabhupada y oírlo.
Devoto: El primer día que ví a Srila Prabhupada fue en la clase del Domingo, nunca había visto el templo tan atestado. Y aún así estaba completamente tranquilo, había reporteros, estudiantes, gente interesada en diferentes clases de yoga y trascendentalismo. Srila Prabhupada habló principalmente de los principios del yoga, habló específicamente sobre el Sexto Capítulo del Bhagavad-gita. Alguien le preguntó por qué desalentamos a la gente de practicar el yoga popular [N.delT. - Hata-yoga] que todos practican, en respuesta Srila Prabhupada desarrolló una descripción de todo lo que el Señor Krsna dice en el Sexto Capítulo del Bhagavad-gita acerca de las cualidades y requerimientos para practicar yoga, dijo que el yogi debe practicar el celibato, ir a un lugar sagrado, sentarse y practicar los ejercicios de respiración y todas las austeridades, el Hata-yoga ya era muy popular en México y la gente lo conocía por muchos años, yo mismolo practicaba y cuando fui a ver a Srila Prabhupada lo hice con un grupo de gente que también estaba interesada en el Hata-yoga. Pero cuando ví a Srila Prabhupada fue una experienciaincreíble. Había conocido a muchos yogis, gurus y personas espirituales de la India, pero cuando conocí a Srila Prabhupada fue una experiencia completamente diferente. De pronto todos los otros gurus ya no tenían lugar para mí. Ver a Prabhupada fue como ver la personificación de todas las enseñanzas de los Vedas, todas las descripciones dadas en el Bhagavad-gita acerca de una persona completamente autorealizada, estaba sentado y hablando con los ojos cerrados, de un modo tan sereno, sin pizca alguna de expresión material.
Cuando Srila Prabhupada volvió a su habitación después de la clase del Domingo, más de quinientas personas se quedaron cantando "¡Jaya Prabhupada! ¡Jaya Prabhupada, Prabhupada, Prabhupada, Prabhupada!". Srila Prabhupada estaba sentado en su habitación con unos cuantos devotos, pero el sonido del canto los envolvió. "¿Qué clase de kirtana es ese? preguntó Prabhupada. "Están haciendo demasiado ruido".
"Están cantando su nombre" dijo Citsukhananda y salió para tratar de calmar a la multitud, más al encontrarlos fascinados por el canto del nombre de Prabhupada, regresó a su habitación y dijo: "Prabhupada quieren verlo".
"Bueno, que entren" respondió Srila Prabhupada.
Los devotos hicieron los arreglos para que todos pudieran subir y ver a Prabhupada, de uno a la vez y através de las dos puertas que conducían a su habitación, se arregló que las personas formaran una fila, entraran por una puerta y salieran por la otra para regresar abajo. Vinieron uno por uno en una gran procesión, luego de postrarse con reverencia y respeto por el gran santo que estaba entre ellos hablaban unas pocas palabras en español.
"¿Qué dicen?" le preguntó Prabhupada a los devotos.
"Deme una bendición, una bendición" contestó un devoto mexicano.
Srila Prabhupada, con su dedo índice que asomaba por la bolsita de cuentas, comenzó a señalar a cada persona mientras se acercaba a el y les decía: "Hare Krsna". Todos estaban muy felices.
©1972 SS Satsvarupa Dasa Gosvami
©1972 Gita-nagari Press
©2004 Templo Virtual de ISKCON (traducción)
Si desea enviar una KrishnaCard(TM) de Srila Prabhupada, favor de visitar:
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